domingo, 27 de octubre de 2013

Gil Vicente: Una revelación a tener en cuenta

Imagen de desporto.sapo.pt

Pocos clubes llevan asociadas señas de identidad tan poco afines a lo futbolístico, pero tan relacionadas con las referencias de su ciudad. El Gil Vicente FC es un caso excepcional. No es habitual, en la élite, que un club de fútbol sea nombrado con el nombre de un escritor y dramaturgo. Ese es el caso del club más representativo de la ciudad de Barcelos (60.000 habitantes en el núcleo de Barcelos, 125.000 en todo el municipio), al Norte del país, concretamente en el Distrito de Braga. Si no era poca la seña de identidad, de llamarse Gil Vicente, el equipo, conocido popularmente como “galos” debe ese apelativo al Gallo de Barcelos, protagonista de una leyenda asociada al Camino de Santiago y a un peregrino gallego de paso por Barcelos. Sin duda, uno de los símbolos de Portugal.

De la mano del sexagenario António Fiúza, presidente de la entidad, el club está en una fase de crecimiento deportivo, social e institucional, que está empezando a protagonizar espacios en la prensa y los mentideros futbolísticos lusos. Su último fichaje para dar impulso institucional al club es el de Pedro Coelho, jóven con extensa formación, que ha sido contratado como Director General de la entidad. 33 años, una apuesta de futuro.

Si hay apuesta de futuro en la parcela gerencial del club, nos centramos ahora en la deportiva, con la apuesta por João de Deus en el banquillo (37 años), sin experiencia en Liga Zon Sagres, y curtido en diferentes y variados destinos: Preparador Físico en el Interclube de Angola; seleccionador de Cabo Verde con 32 años y Lucio Antunes –actual seleccionador de ayudante – durante tres temporadas; entrenador en el Ceuta (con un ambicioso proyecto en 2ªB que embarrancó) y posterior ascenso en el fútbol luso en los banquillos de Farense, Atlético CP y UD Oliveirense, una de las revelaciones de la pasada temporada en la Liga 2 lusa.

Un histórico brasileño del fútbol luso y español, el exjugador del FC Barcelona y FC Porto, Aloisio Pires, llevó la batuta generancial-deportiva en Gil Vicente. Con 50 años, ha sido el encargado de sentar las bases de un proyecto que este año partía con muchas dudas. Actualmente Aloisio ya no pertenece a la disciplina de Gil Vicente, pese a dejar cerrado un proyecto con alto riesgo, pero que le está dado la razón futbolísitca, a veces tan caprichosa. Aloisio busca nuevos horizontes en los banquillos. Aloisio se arriesgó con un entrenador nuevo, tras dar salida a Paulo Alves, el del último ascenso y de cierta estabilidad deportiva, y nada más y nada menos que 20 caras nuevas durante un verano frenético en las oficinas administrativas gilistas. Entradas, salidas y cesiones, se sucedían prácticamente a ritmo diario.


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La apuesta conllevaba riesgos pero hasta ahora, y tras 8 partidos disputados en la Liga Zon Sagres, el resultado está siendo altamente satisfactorio. Riesgos, por la revolución de cambio de caras en el vestuario, la llegada de un nuevo entrenador, sin experiencia en el fútbol de élite, y por las bajas de algunos líderes y veteranos del plantel, caso de Luis Manuel, Claudio o André Cunha. Otra baja, muy importante por el valor goleador, por su calidad, y por su posición de estrella e hijo pródigo de la afición gilista, ha sido la de Hugo Vieira, que tras pasar cedido por Benfica la pasada temporada y ser máximo goleador y figura clave para lograr la permanencia, ha sido fichado por el Sporting de Braga.

El capítulo de incorporaciones, que lideran el proyecto de Gil Vicente 2013/14, es comandado por su propio entrenador João de Deus. A partir de ahí, el capítulo de fichajes se ha nutrido de futbolistas llegados de la Liga 2. Futbolistas cuajados ya en categorías secundarias que conocidos perfectamente por el propio entrenador, bien porque han formado parte de sus proyectos, o porque ha dispuesto durante dos temporadas, de dos planteles que han tenido rol proactivo en la competición (Atlético -2011/12- y UD Oliveirense -2012/13-), lo que le ha permitido reclutar nombres de futbolistas secundarios pero de grandes prestaciones, caso de Gabriel, Diogo Viana, Leandro Pimenta… También se ha hecho con el joven delantero Paulinho, fichado del Trofense, una de las pocas perlas libres del mercado luso, no reclutadas por los tres grandes, o el Sporting de Braga para sus filiales. La llegada de los filiales a la Liga 2, ha cambiado la configuración del mercado de fichajes para equipos como el Gil Vicente, que deben redoblar esfuerzos para agudizar la gestión de adquisiciones. Pocos futbolistas con cierto interés, entre los 18 y 21 años se escapan libres.

Una de las claves para descifrar el éxito deportivo, se encuentra también en que Gil Vicente, pese al número de entradas y salidas, finalmente con 13 fichajes que se han quedado en el primer equipo, más 11 futbolistas del año pasado, ha sabido mantener un esqueleto básico, una columna vertebral en casi todas sus líneas: Adriano en la portería, Hallison en el eje defensivo, Luan, César Peixoto y João Vilela, le están dando al equipo un equilibrio importante. A esto hay que añadir hombres que están en progresión, caso de Pecks, el joven espigado central caboverdiano, que sin hacerse titular indiscutible, tiene una presencia importante en el equipo y está siendo seguido por equipos de ligas importantes. Simy, Avto, Paulinho y Vítor Gonçalves son futbolistas que llegan por primera vez a la Liga Zon Sagres, con un altísimo potencial, y están en fase de adaptación. Una fase, que cuando termine, puede dar con un equipo de alto potencial si atendemos a las cualidades que ya han mostrado en la Liga 2, en sus equipos que podríamos denominar “lanzaderas” al fútbol profesional (Portimonense, Oliveirense y Trofense).
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Adriano bajo palos es una garantía. En pleno inicio de la madurez del portero, con 30 años, es una pieza fija en las últimas temporadas, tanto para Paulo Alves, como actualmente para João de Deus.

La línea defensiva tiene dos laterales incisivos, luchadores y que están mostrando un nivel altísimo: Gabriel y Luis Martins. El eje de la zaga tiene un nombre propio: Hallison. A su lado, otro brasileño, el experimentado Danielson, uno de los fichajes más acertados, y Pecks se disputan el puesto de central. Experiencia y progresión en disputa.

El centro del campo tiene unos nombres muy claros y definidos: Luan Scapolan, un brasileño que ha adoptado un papel de actor principal en el centro del equipo, secundado por dos motores fundamentales, César Peixoto y João Vilela, constructores y llegadores, de recorrido, trabajo, calidad y presencia goleadora, especialmente Vilela, máximo goleador del equipo. En los extremos, Diogo Viana y Avto, predominan, especialmente el primero. Con 23 años, y tras formarse en Sporting y FC Porto, has pasado por la Liga Holandesa (VVV Venlo) y el año pasado dio el gran salto con el Penafiel en Liga 2. Un fichaje muy acertado también.

En punta, no están llegando los goles en cantidad, principal desajuste del Gil Vicente. Bruno Moraes se ha hecho con un puesto destacado en la posición de 9. Y para disputarle el puesto, dos de los futbolistas jóvenes con más futuro, salidos de la Liga 2: El nigeriano Simy, portentoso delantero que se destapó en Portimonense, y Paulinho, otro delantero de talla y juventud, un rematador excelente, además natural de Barcelos. Para completar la línea atacante, otro veterano en la línea: Claudio Pitbull, brasileño que ya ha mostrado sus prestaciones en el fútbol luso, como delantero batallador, de brega y presión, un trotamundos que ha pasado por Arabia Saudí, Rumanía, Turquía y varios clubes portugueses.

Un equipo sólido en defensa, con buen criterio en su composición, que bajo la aspiración de mantener la categoría y establecer las bases de un equipo sólido y fijo en la Liga Zon Sagres, está siendo marcado ya como el equipo revelación del campeonato. Seguiremos de cerca su desarrollo durante la temporada. Dos únicas derrotas en ocho jornadas es un balance a tener en cuenta, más aún cuando han sido derrotas muy luchadas por sus rivales, nada menos que Benfica y FC Porto. El heroico triunfo ante el Sporting de Braga, jugando con 9 efectivos durante 32 minutos, y marcando el 1-0 final dentro de ese margen de tiempo, supuso un impulso como equipo, un combustible colectivo, que sigue dando frutos.

Óscar C. López
@oscarlo_


martes, 8 de octubre de 2013

José Couceiro, regreso al Sado

Foto: Álvaro Isidoro-Global Imagens/JN

José Couceiro ha sido nombrado esta tarde, nuevo entrenador del Vitória de Setúbal de la Liga Zon Sagres de Portugal, actualmente 14º clasificado, empatado a puntos con Académica de Coimbra, que ocupa puestos de descenso. Así sutituye a José Mota, que ayer llegaba a un acuerdo con el Vitória de Setúbal para rescindir el contrato. 

En el Estadio de Bonfim, la afición sadina que acude a él, está en periodo nostálgico, tanto por la mala racha deportiva que arrastra el Vitória de Setúbal en los últimos años, como por la vivencia del regreso de José Couceiro, un nombre sonoro cuando de banquillos portugueses hablamos. Con 51 años regresa a la que fue su casa y su banquillo, este lisboeta, sobrino-nieto de Fernando Peyroteo, miembro de la mítica delantera sportinguista de los “Cinco Violinos”, ha dirigido a un selecto club de equipos portugueses, que abarcan desde el FC Porto, al Belenenses y al Sporting de Portugal. También ha dirigido, al citado Vitoria de Setubal y al Alverca, en los buenos años de los azulgranas del Ribatejo. Además ha sido técnico de la Federación Portuguesa de Fútbol, dirigiendo a la selección de Portugal sub20 y sub21. Con una generación de futbolistas como Fábio Coentrão, Rui Patricio, Steven Vitoria, Antunes o Bruno Gama, hace un discreto Mundial sub20 en 2007 en Canadá, tras ser eliminada por Chile en octavos de final.

Tras el paso por la Federación Portuguesa, recibe la llamada del fútbol báltico, concretamente de Lituania, de cuya selección cogería las riendas, en la fase de clasificación del Mundial de Sudáfrica 2010. Consiguió un papel digno, en un grupo con Francia, Rumanía, Austria y Serbia  como rivales más complicados. Quedó sin opciones de clasificación pero consiguió victorias de prestigio ante Serbia y Rumanía y le puso las cosas difíciles a Francia. En 2009 compaginó la dirección de la selección absoluta lituana, con la dirección del Kaunas.

Un gran salto geográfico dio cuando la siguiente llamada de un banquillo sería la del Gaziantepspor de la Liga Turca. Allí permaneció dos temporadas. La primera para sustituir al técnico Saglam, y la segunda, tras una discreta competición en la que los rojinegros de Gaziantep salvarían la categoría.

Nuevo salto desde Turquía al Báltico para dirigir a la selección lituana nuevamente, en el clasificatorio de la Euro 2012. Coincide con España en un grupo marcado por la sobriedad del combinado español, y la lucha entre la República Checa y Escocia por una plaza, a la cual, nunca tuvieron opciones los lituanos dirigidos por Couceiro. Precisamente cerca de Portugal, en Salamanca, dirigiría su último partido oficial a Lituania, cayendo derrotado 3-1 frente a la España campeona del Mundo. Esto fue en octubre, y en diciembre era llamado para cubrir galones gerenciales en el Sporting Clube de Portugal, la entidad leonina le encomendó toda la gestión del organigrama técnico. Una experiencia corta, marcada también por el relevo en el banquillo de Alvalade, dos meses después a Paulo Sergio, tras la eliminación europea en 1/16 de final ante el Rangers. Un Sporting en crisis, eliminado en Europa, en la Taça de Portugal, que luchaba en la Liga por no verse sobrepasado por el Sporting de Braga en el tercer lugar del campeonato, siempre muy lejos de la pugna por el título entre Benfica y FC Porto. Finalmente, cerró la temporada pero el club de Alvalade firmó a Domingos para la siguiente temporada, viendose así apeado del proyecto sportinguista. Así se ve obligado a volver a dar un salto al continente europeo, y acceder a un proyecto jugoso como el de la dirección del Lokomotiv de Moscú. Una pujante Liga de Rusia, y un proyecto interesante como el de los ferroviarios rusos, permitía dar a Couceiro una nueva orientación a su carrera en los banquillos. Sin embargo el gran Athletic de Bielsa se cruza en su camino europeo, y en la Liga Rusa, en un discreto papel, deja al equipo 7º y fuera de las competiciones europeas. Esta fue su última temporada en los banquillos.

Como curiosidad, además de regresar a Setúbal, donde se sentirá como en casa, Couceiro coincidirá en el campeonato portugués con técnicos que han formado parte de su cuerpo técnico a lo largo de su carrera y que han crecido con él. El caso más llamativo es el de Pedro Martins, actual técnico del Marítimo, al que tuvo de adjunto en Vitória de Setúbal, y como preparador físico a João de Deus, uno de los entrenadores de moda en el fútbol luso, dirigiendo actualmente al Gil Vicente. Con ambos coincidió en su paso por Setúbal. Pedro Martins le acompañó al FC Porto y Belenenses. Ya en Gaziantepspor, tuvo como preparador físico a Miguel Leal, actual técnico de Penafiel en la Liga 2 de Portugal.

Couceiro en su anterior etapa en Setúbal. Foto: Diario de Noticias

 El reto de José Couceiro a orillas del Sado es importante. Salvar a la entidad verdiblanca del descenso, en una temporada marcada por el rigor presupuestario y por el trabajo previo de José Mota, que ha cumplido los objetivos con la escuadra de Setúbal. Para lograr su misión, contará con activos interesantes, como el caso de Rubén Vezo, joven defensa central de la casa, que ya es pretendido por el Sporting de Portugal.

El presidente de Vitória de Setubal ha dejado claro con sus declaraciones, en la rueda de prensa de esta tarde, que es un proyecto con más mimbres de ilusión que de respaldo económico. Las arcas del Vitória de Setúbal no están para alegrías, pero sí estamos hablando de una entidad histórica que arrastra pasión.

Óscar C. López
@oscarlo_

martes, 13 de agosto de 2013

Supertaça: Futebol-festa é quem mais ordena

 El FC Porto celebra el título
 Helton muestra orgulloso su 6ª Supertaça
 Prolegómenos del partido con un ambiente festivo
 Ambos equipos, técnicos y árbitros posan juntos antes del partido: Fiesta y juego limpio.
 Vitória de Guimarães se conjura en los instantes previos a la Final
 La afición vimarense, animosa, ruidosa y colorida
 Licá atiende a los medios lusos
Lucho González, mejor jugador del partido

La noche de San Lorenzo, que coincide con el 10 de agosto, fecha de celebración de la final de la Supertaça de Portugal que abre la temporada 2013/14 en el fútbol luso, es conocida por la “lluvia de estrellas” que se sucede en los cielos despejados. Así es el cielo de Aveiro, limpio y luminoso, durante el día, abierto al Atlántico, despejado y estrellado en una noche de verano, como la que se vivió en la final de Supertaça.

FC Porto (Campeón Nacional – de Liga-) y Vitória de Guimarães (Campeón de Taça – Copa de Portugal -) se enfrentaban, despertando una gran expectación, pese a que sobre el césped del Estadio Municipal de Aveiro, se echaban de menos a algunas de las estrellas que más brillaron el año pasado en sendos planteles y que permitieron, o ayudaron con creces, a la consecución de los logros deportivos conseguidos por ambos equipos. Moutinho, James por FC Porto, y Tiago Rodrigues, Ricardo y Amido Baldé por Vitória de Guimarães, permanecían en el recuerdo con suspiros de nostalgia desde el subconsciente de los pobladores de los graderíos y las televisiones de los depauperados hogares lusos.

Sin embargo, en un país sabiamente austero por naturaleza, y empobrecido a marchas forzadas por las decisiones de terceros, el sábado se vivió una auténtica fiesta de fútbol. Y una fiesta de refuerzo y orgullo del fútbol portugués en todos los frentes posibles. La capacidad del portugués a sobreponerse de los reveses a base de trabajo callado, imaginación y esfuerzo, se vio reflejada el sábado en la atmósfera que rodeaba la final de la Supertaça. Para empezar, el Estadio Municipal de Aveiro presentaba un aspecto espectacular. Más de 29.000 adeptos llenaban hasta la bandera un Estadio eternamente semivacío. La Federación Portuguesa de Fútbol, sensible a la situación económica del país, consciente de que para que el fútbol sea festivo requiere de graderíos repletos, volvió a poner unos precios asequibles a todos los bolsillos. Entradas a 5, 10 y 15 euros en un Estadio en el que el fútbol se ve perfecto desde cualquier butaca. El resultado, no podía ser otro: Estadio lleno, y fiesta. Orgullo portugués de sobreponerse a las zancadillas. Vimarenses y portistas merecían fiesta, y de antemano, antes de entrar al estadio, estaba conseguida. Si la ciudad aveirense estaba tranquila, dando amable recepción desde sus canales a los despistados (futbolísticamente hablando) turistas, con algunos grupos de personas con camisolas azuis e brancas dispersos y apacibles, el Estadio criminalmente (para el fútbol) situado a 6 kms del centro de la ciudad, era la hipérbole de la fiesta asociada al deporte. Ya en el aparcamiento, y zonas verdes aledañas, las mesas de camping, las furgonetas abiertas, los portones traseros de los vehículos abiertos, con el fin de cenar, beber un trago de la refrescante cerveza nacional, se mezclaban con las sirenas de los policías que escoltaban los autocares de ruidosos adeptos que llegaban desde Porto y Guimarães. Muchos portugueses de la diáspora que en agosto, con las vacaciones veraniegas, se cruzan una parte del sur de Europa para llegar con sus vehículos de matrículas suizas, francesas, del Benelux, y alemanas, a su tierra de raiz,  tenían una ocasión única para ver al FC Porto de sus amores. La máquina blanquiazul, incansable de títulos al mando de Pinto da Costa, es algo más que un club en Portugal. Es la excelencia llevada a la gestión económica, deportiva y social. Y vivirlo, como se vive, por los nietos de portugueses emigrados en los 60, que hablan un francés perfecto con la camisola bautizada con el nombre de Moutinho a la espalda, permite percibir que estamos ante un sentimiento que traspasa fronteras y generaciones. La afición vimarense, también se dejaba ver, aunque en una cuarta parte, con sus camisetas blancas. Acaso una afición más local, menos cosmopolita, pero espectacularmente ruidosa.

Ante el inicio del partido, el estadio lleno, y dos equipos con una diferencia presupuestaria importante, pero bien dirigidos desde palco y banquillo. El FC Porto dirigido por  Paulo Fonseca, uno de los entrenadores con más y mejor futuro a medio plazo en el fútbol europeo. No exagero ni un ápice porque estamos ante una personalidad abrumadora en el banquillo, un buen estratega, y un modelador de fútbol festivo. Perfil ganador y generoso con el espectáculo. En el otro banquillo un Rui Vitoria, que es ya un joven veterano de los banquillos lusos. Otro estratega que no discute el buen fútbol cuando este es posible. Valiente, trabajador, e inventor de talentos cuando la necesidad, que en el fútbol luso es constante, apremia.

Sobre el césped, el FC Porto barrió al Vitória en la primera mitad, con suficiencia para dar el partido por acabado en el intervalo. Y con más orgullo portugués, porque un fichaje nacional de los portistas, era un puñal en banda que rasgaba el horizonte defensivo vimarense. Hablo de Licá, un rápido extremo, que no está reñido con el manejo de la pelota, y que hace sólo dos temporadas ondeaba su morena melena corriendo pegado a la cal de las bandas de los estadios de la segunda división lusa y buscando diagonales hacia el área con la camiseta del Estoril. Ya apuntaba maneras de futbolista de kilates. Y el año pasado, con el Estoril en Liga Zon Sagres, demostró lo que se preveía: un futbolista que había que tener en cuenta. Había dudas aún de que la exigencia del FC Porto le pudiera limitar la trayectoria. Si esta es la que marcó el sábado, estamos ante un futbolista que volará con el Dragón. Lucho, ponía el lado extraterrestre. Partidazo para enmarcar, del futbolista argentino que se movió a su antojo con absoluta libertad de movimientos, asociándose con los portadores de la camiseta blanquiazul, cuándo, como y dónde quiso. Ellos dos se metieron al público portista en el bolsillo, dando un recital, en el que ninguno de los músicos que les rodearon desentonó: Helton; Fucile, Álex Sandro, Mangala, Otamendi; Fernando, Lucho, Defour; Varela, Licá, Jackson, además de Kelvin, Quintero y Josué, que en la segunda parte mostraron que hay banquillo de suficiente nivel como para que nadie se despiste. Defensivamente un partido perfecto.  El público vimarense, se sumó a la fiesta, desde la óptica del que la vive en primera persona, como un invitado excepcional. No pararon de alentar desde el graderío a un equipo desarbolado: Douglas; Josué, Pablo Oliveira (el mejor de los vimarenses, consiguió contener en algunas acciones a las piezas más codiciadas de la delantera portista), Pedro Correia, Addy; Moreno, André André; Barrientos, Crivellaro, Marco Matías; Tomané, además de Maazou, Leonel Olimpio y Ricardo Gomes, que en la segunda parte intentaron alternativas a la pobreza, especialmente ofensiva del equipo blanco. Sin embargo el público animaba incansablemente sabiendo que la tarea era compleja y sabiamente conscientes de lo que estaban viendo. Una superioridad abrumadora del emblema de la orilla del Douro. 3-0 al final del partido, y Pinto da Costa satisfecho por seguir ampliando la sala de trofeos. Supertaça y FC Porto son dos palabras que en la última década son casi indisolubles. Hasta el punto de que Helton, el guardameta brasileño del FC Porto, suma más Supertaças en su palmarés (6), que el máximo rival deportivo, económico y social de los blanquiazules en Portugal, el SL Benfica (4). Un dato arrollador.


El estrellado cielo de Aveiro, ha pasado a un segundo plano, porque las estrellas no fueron lo importante. Más bien la fiesta del fútbol, asociada al orgullo portugués, y a la eterna capacidad de reinventarse. Un golpe de autoestima portuguesa.

Óscar C. López
@oscarlo_

domingo, 28 de abril de 2013

Eric Dier, del Algarve a la Alvalaxia

@RobaynaM

La inclusión de los equipos B en la Segunda Liga ha facilitado que en la práctica, los grandes hayan podido conformar plantillas especialmente extensas, al no ver necesario ceder a jugadores del equipo filial para que disputen una competición, en cierta medida, exigente.

Por otra parte ha posibilitado que un sinfín de jóvenes jugadores hayan debutado en la primera división portuguesa, como Paulo Oliveira (Guimaraes), André Gomes (Benfica), Sebá (FC Forto) o Eric Dier (Sporting)

Así que esta temporada no ha ocurrido lo de otras, cuando por ejemplo Zezinho era cedido desde Sporting a Atlético, Rafa desde Guimaraes a Portimonense y Mika llegaba a Uniao de Leiria prestado por Benfica.

sábado, 6 de abril de 2013

Una liga con 18 equipos

Tras la resolución judicial que devolvía a Boavista su lugar en la Primera Liga portuguesa, no parecía muy clara la postura de la LPFP, ya que incluso se sospechaba que pudiera optar por eternizar el conflicto, haciendo oídos sordos a lo decretado, en lo que sería una medida muy "ibérica".

La LPFP ha sido tajante al hacer público que está obligada a ejecutar las deliberaciones de los órganos de justicia y disciplina, así que a día de hoy parece claro que Boavista jugará la Liga Zon Sagres 2013-14 y el modelo elegido es el de una liga de 18 equipos.

sábado, 30 de marzo de 2013

CF Os Belenenses asciende matemáticamente a Liga Zon Sagres

Alineación titular del CF Os Belenenses 2012-13


El 8 de mayo de 2010, el CF Os Belenenses jugaba su último partido en la máxima competición portuguesa. Victoria inservible, 1-2 contra el Vitoria de Setúbal. Algo menos de tres años más tarde, el equipo del popular barrio lisboeta de Belém, ha conseguido un brillante ascenso marcado por una campaña en la que ha demostrado de principio a fin, ser un equipo ambicioso de la mano del holandés Van der Gaag.

Sin embargo el regreso ha sido con un sabor más amargo, y no del dulce de los famosos “pasteles de Belém”, como hubiera sido en caso de conseguirse en Restelo, ante su afición, o bien, con una victoria en Penafiel, donde ha caído derrotado (2-0) en el Estadio 25 de Abril al Norte del país.

El paso adelante de Manuel Cajuda

Cajuda recibie el reconocimiento a sus 500 partidos en la primera división portuguesa de manos del presidente de Olhanense, Isidoro Sousa (Imagen: archivo propio).
Es un momento muy complicado para SC Olhanense, el más difícil de los últimos años.

En estos días en los que están en cuestión la conversión del club en una sociedad anónima, incluso se podría hablar de cierta ruptura social, y a la crisis deportiva, al ocupar los últimos lugares de la clasificación, se suman las dificultades financieras, emerge la figura de la persona que aparentemente tiene menos en juego, pero que está demostrando ser clave en la recuperación no ya del equipo, sino también del club.

Lo decimos porque el técnico algarviano, Manuel Cajuda, que acaba de sobrepasar los 500 partidos en la primera liga, y que tiene una trayectoria tan sólida y prestigiosa que aguantaría en pie incluso el descenso de Olhanense tras 30 años de carrera.

Con experiencia en equipos como Vitória de Guimaraes, SC Braga, OS Belenenses o Marítimo, Manuel Cajuda ha asumido el papel de ser el referente del equipo y figura cohesionadora entre el equipo, club y afición.